Esta semana pasada falleció Orestes Gonzáles Garayalde, poeta
Holguinero y de Tacajó. Era una buena
persona y un poeta que siempre estaba en pleno proceso de creación. Su muerte
no significa el fin.Los poetas no mueren. Su deceso es un momentáneo receso en este plano
existencial.Llegue a él nuestro saludo porque su recuerdo imperecedero está en
sus libros en la memoria de los holguineros, sus mejores lectores.
De él es este poema: Del libro Salmos y Dictámenes.
V
Soy un niño
pero me brotan los dientes de una edad imposible.
Mi madre está de espaldas
porque sabe que he de marcharme pronto
y ya me espera
(ella cree en mi regreso).
O tal vez yo me he puesto a espaldas de mi madre
porque quiero saberla en la puerta
de frente a los caminos
y olvidar un poco así lo que ella ignora.
Madre no me pregunta
porque una pregunta sería, necesariamente una sombra
y yo he escrito demasiado esa palabra.
Orestes González Garayale. Tacajó Holguín (1957.-2013)
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